La exhibición de Aferrándose es una muestra de las historias de las personas desplazadas internamente a quienes se les solicitó que reflexionaran acerca de sus posesiones más apreciadas. Los objetos a las que las personas desplazadas se aferran a lo largo de sus recorridos a menudo se convierten en una representación física del mundo que dejaron y que se ha desvanecido. Para muchas otras personas desplazadas, representan una promesa de retorno. Una llave, una camisa se convierten en un símbolo de persistencia y de esperanza.

Usando tecnología de realidad virtual, quienes asistan a esta exhibición tendrán la posibilidad de ingresar a los hogares y las comunidades “improvisadas” de individuos desplazados internamente. Podrán ver y escuchar las historias de desplazamiento y el significado de las posesiones a las que se aferran.

Estas historias de personas desplazadas dentro de las fronteras de sus propios países fueron recolectadas por funcionarios de OIM alrededor del mundo, y servirán para aumentar la conciencia sobre la difícil situación de los desplazados internos. Paralelamente busca celebrar la valentía, tenacidad, y el espíritu de resiliencia de sus protagonistas, al tiempo que garantiza que sus voces estén en primer plano.

Un ejemplo es la historia de Hannatu Yusuf, una mujer nigeriana que tuvo que abandonar su hogar para escapar de la violencia de Boko Haram. Cuando huyó no pudo escapar con muchos objetos personales aparte de algunas prendas. Eventualmente encontró una camisa que le terminó de representar más que una simple prenda. “Esta camisa me mantuvo a salvo” asegura Hannatu. “Es muy valiosa para mí y no quiero perderla. Cuando la levanto, recuerdo las dificultades que enfrenté y lágrimas brotan de mis ojos.”

Cada año millones de hombres, mujeres, niños y niñas son desplazados dentro de las fronteras de sus países por el conflicto, la violencia, desastres, y tensiones del medio ambiente. Las personas desplazadas internamente se encuentran entre las poblaciones más vulnerables del mundo, enfrentan situaciones de pobreza, pérdidas de oportunidades educativas, desempleo, exclusión e inseguridad, para nombrar algunos desafíos. Las generaciones de desplazados internos a menudo son las más descuidadas en muchas de las crisis mundiales.

En 1998, la ONU lanzó los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, que continúa siendo un estándar global para los Estados y actores humanitarios para proteger y asistir a las personas desplazadas internamente. En los últimos 20 años, los Principios Rectores siguen siendo el marco internacional más importante para la protección de las personas desplazadas internamente.

 

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